Cáncer de pulmón, la kriptonita de los papás

Para un niño, su padre no es sólo la persona que lo cuida y lo protege, también es el superhéroe invencible capaz de resistir todo tipo de embates, un ser sabio que nunca se equivoca y que conoce todas las respuestas del mundo. Sin embargo los padres de familia son seres humanos con virtudes y errores, capaces de enfermarse y algún día dejar en manos de los hijos el fruto de la educación que se les dio. El cáncer de pulmón es una enfermedad que puede acabar con la ilusión de miles de niños, siendo la primera causa de muerte por cáncer en hombres.
Tan sólo en el 2002 se estimaron alrededor de 1,179,000 muertes en el mundo, de las cuales 848,000 son de hombres, estas muertes duplican las reportadas por cáncer de mama en mujeres. Para aquellos que debido a su estilo de vida o al trabajo que han desempeñado desarrollan cáncer de pulmón, el porcentaje de supervivencia a un año (personas que sobreviven por lo menos un año tras la detección del cáncer) es del 41% y a 5 años baja considerablemente al 15%.
Datos tan reveladores como estos hacen pensar en la importancia de facilitar el acceso a tratamientos innovadores, con el fin de proveer a los pacientes los mejores medicamentos necesarios para mejorar su calidad de vida, independientemente del tiempo que les reste de vida o las causas de su enfermedad. En palabras del Dr. Carlos Hernández, oncólogo especialista en cáncer de pulmón “las terapias dirigidas han venido a dar un plus que la quimioterapia ya no ofrecía y en conjunto con ésta han modificado día con día el manejo del cáncer de pulmón avanzado y han permitido incrementar la supervivencia en manejo de primera, segunda y tercera línea de tratamiento, así como las últimas indicaciones de terapia de mantenimiento posterior a la utilización de quimioterapia.”.
Bajo la premisa de que los pacientes con cáncer de pulmón tienen el derecho a recibir terapias innovadoras que ayuden a prolongar su esperanza de vida y mejorar la calidad de ésta, los científicos de Roche trabajan para profundizar en el conocimiento de las Terapias Dirigidas, con la intención de controlar el proceso evolutivo del cáncer pulmonar. Sus descubrimientos se han traducido ya en nuevos medicamentos con ventajas reales para los pacientes.
Hoy en día se cuenta con dos terapias dirigidas que atacan específicamente a las células tumorales y a sus mecanismos de crecimiento, estas terapias evitan el crecimiento del tumor al reducir la sangre que necesita para sobrevivir; a la vez ofrecen beneficios tangibles como: prolongación de la vida de los pacientes, mejoría en las condiciones generales de vida al reducir el tamaño del tumor y mínimos efectos colaterales.
Si bien los hombres fueron durante muchos años considerados el sexo fuerte, este mismo calificativo que en otros tiempos otorgaba poder, es la razón por la que hoy en día enfermedades como el cáncer de pulmón avanzan desmesuradamente atacando al género masculino, frente a una sociedad que no los voltea a ver.
Quizá el hombre no cuente con campañas de apoyo para los males que le atacan, quizá no se realicen carreras en pro de su salud. Esto no significa que los padres de familia no deban recibir ayuda para cuidarse, para estar alerta a síntomas como tos crónica (que es interpretada comúnmente como bronquitis), disnea o dificultad para respirar y perdida de peso injustificada.
La responsabilidad de prevenir y conseguir un diagnóstico oportuno está en todos, en concebir que el hombre no es indestructible y que también necesita apoyo, en aceptar que los padres tiene el deber de cuidar su salud no sólo por ellos sino por el ejemplo y tiempo que puedan vivir al lado de sus hijos.

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